Chile: Desafíos para acelerar nuestro ecosistema de emprendimiento e innovación

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Chile ha convertido el fomento al emprendimiento de alto impacto en una política de Estado. Gobierno tras gobierno las buenas políticas públicas de administraciones anteriores son continuadas y fortalecidas, mientras otras son matizadas, lo que muchas veces genera interesantes -y a veces sorprendentes- debates sobre diferentes miradas al modelo, pero en términos generales el avance es evidente.

El reflejo de estos avances se ve en los distintos estudios que regularmente se publican comparando los diferentes ecosistemas de emprendimiento de alto impacto a nivel global, donde desde hace años Chile tiene un puesto de liderazgo regional.

Sin embargo, en cada cambio de gobierno el ecosistema entra en una especie de tiempo muerto, en una “tensa calma” donde todos los actores esperan que, una vez más, la política de Estado continúe.

Un estudio de Startup Genome clasifica el grado de madurez en el ciclo de vida de un ecosistema de emprendimiento de acuerdo a cuatro estadios: activación, globalización, expansión e integración. En la fase de activación el ecosistema está muy centrado en la atracción de recursos, desde el capital humano hasta el financiamiento y está muy influido por el apoyo del gobierno. En las fases de globalización, expansión e integración estos recursos están consolidados y llegan independientemente de los esfuerzos centralizados. Para esto, el ecosistema necesita tener una masa crítica que parece que no terminamos nunca de alcanzar.

A pesar de los esfuerzos mancomunados del sector público y privado no hemos logrado pasar de la primera fase como ecosistema y uno de los factores que probablemente influencian en este estancamiento es este vacío que se genera en cada cambio de gobierno. Necesitamos urgentemente separar la política de Estado de los cambios de gobierno para poder dar la continuidad necesaria a un sector de la economía cuya velocidad simplemente no es compatible con nuestro ritmo institucional.

De acuerdo con el reporte trimestral de actividad de la industria de capital de riesgo en estados unidos, elaborada por Pitchbook y la asociación estadounidense de capital de riesgo (NVCA) en el primer trimestre de 2018 los fondos de capital de riesgo en Estado Unidos recibieron 8 billones de dólares de capital fresco para inversiones.

Si bien en Chile no hay información oficial sobre la cantidad de fondos de capital de riesgo constituidos durante el primer trimestre, la influencia de CORFO en estos es evidente, ya que continúa siendo un gran impulsor de la industria a través de sus líneas de financiamiento para el desarrollo de la industria. ¿Siendo así, cuál fue la cantidad de fondos constituidos durante el primer trimestre de 2018 con apoyo de Corfo?. Ninguno.

¿Mientras la industria en Estados Unidos continúa agregando billones de capital fresco cuál es el panorama para el segundo trimestre del año en Chile?

Para otorgar líneas de financiamiento se requiere la aprobación del Comité de Capital de Riesgo, un órgano constituido en 2008 y compuesto por siete miembros, cinco representantes del gobierno de turno y dos externos nombrados por el gobierno. Hoy se cumple un mes desde la llegada a la Moneda del Presidente Piñera. Hasta hoy el Vicepresidente de Corfo no ha sido nombrado. Una vez nombrado, una de sus primeras tareas será el nombramiento del Comité de Capital de Riesgo. Si todo va bien y el Vicepresidente es nombrado en los próximos días podríamos tener un comité de capital de riesgo el mes que viene. Para un ecosistema que se precie de dar valor al emprendimiento, estos tiempos de inacción son bastante desalentadores.

En Chile tenemos el privilegio de que la política de apoyo al emprendimiento no es una política del gobierno de turno, sino que hace décadas es una política de estado. No podemos permitir que esta política se vea comprometida por el hecho de que en cada cambio de mando necesitamos nombrar de nuevo a las instituciones. El Comité de Capital de Riesgo debería ser un órgano independiente y continuo, con un reemplazo gradual de sus miembros que no dependa de los cambios de gobierno y pueda seguir funcionando y operando durante estas transiciones.

Solo con un esfuerzo continuo podremos avanzar al siguiente nivel de madurez de nuestro ecosistema y comenzar nuestra globalización, expansión e integración para dejar de ser líderes regionales a ser líderes globales.

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