Aunque la mayoría de las pequeñas y medianas empresas están constituidas por miembros de la misma familia, mantener ese equilibrio entre la vida familiar y la laboral no es nada fácil. Independientemente de si eres experto en empresas familiares, vayas por buen camino o aún tengas que aprender, recordar algunos consejos para tener empresas familiares sanas nunca está de más.
No todas las empresas familiares funcionan igual, precisamente porque todas las familias son muy distintas. Sin embargo, según FFC Consulting, firma experta en pequeñas y medianas empresas familiares, existen tres elementos que se puede generalizar y son indispensables para lograr que el negocio familiar tenga éxito:
- Gobierno, empresa y familia
- Sucesión de liderazgo en la empresa
- Protocolo de familia y acuerdos de socios
Esto, teniendo en cuenta que muchas de las empresas familiares suelen cometer los mismo errores. Para Diego Parra, socio de Family Firm Consulting, los problemas más comunes que tiene este tipo de pymes son “retrasar la sucesión, no tener órganos de gobierno formales, planear en el día a día y no tener una planeación estratégica a largo plazo y vincular indiscriminadamente a miembros de la familia sin ningún tipo de reglas de juego”, cosas que afectan la profesionalización del negocio.
Tener claros los puntos anteriores marcará una ruta para que la empresa familiar no se quede en sus miembros, sino que vaya mucho más allá. Para entenderlos mejor, pueden explicarse así:
- Para Diego Parra, lo más importante es saber separar los negocios de la familia. “Hay que definir roles muy claros, y esos roles tienen también que ver con los órganos de gobierno de la compañía. La familia no suele hacer reuniones formales y confunde cuándo estamos en un escenario de empresa y cuándo estamos en un escenario de familia. Es un reto muy grande que las organizaciones familiares formalicen sus órganos de gobierno”, expresa y agrega que también es importante separar los escenarios: “tratarse como familia en la casa y como socios o empleados dentro de la organización”. Así, es importante mantener los conflictos familiares por fuera de la empresa: ni la oficina ni las reuniones de trabajo son el lugar para ‘sacarse espinitas’ o recordar eventos que sucedieron en el hogar.
- De la misma manera, es importante que exista un sueldo para cada empleado de la empresa. No importa si es tu hijo o tu papá: si no recibe nada a cambio de su trabajo, se aburrirá y dejará de trabajar.
- La sucesión de una generación a otra puede ser uno de los momentos más difíciles, sobre todo para los miembros fundadores de la empresa. Esta transición puede facilitarse si el trabajo entre adultos y jóvenes se basa en el respeto y el aprendizaje mutuo: hacerlo así puede garantizar que la empresa continúe existiendo. Para Parra, retrasar la sucesión, no hacerlo con el debido tiempo o esperar que pase algo grave como el fallecimiento del fundador, es uno de los mayores problemas de las pymes familiares.
- El gobierno corporativo es indispensable en toda organización, y en las familiares este se manifiesta en una clara delimitación de los roles y en un protocolo de familia o manual de reglas del funcionamiento de la empresa. Esta es una buena manera de no dejar cabos sueltos, y lo ideal es hacerlo como una medida preventiva y no correctiva, es decir, para evitar problemas y no para solucionarlos.
- Y la regla de oro: la contabilidad de la empresa debe estar totalmente separada de la de la familia. En ningún motivo se debe usar el dinero del negocio para cubrir gastos personales, porque esto puede generar pérdidas y llevar a la quiebra.
Autor: Esteban Velasco
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