¿Has escuchado hablar sobre el factoring? Es una atractiva fuente de financiamiento rápido que puede ayudarte a recuperar la liquidez de tu negocio cuando surgen situaciones inesperadas o no deseadas.
Adicionalmente, existen otras opciones de financiamiento similares para recuperar la estabilidad económica en momentos en que disminuyen las ventas y los niveles de consumo, las cuales te brindarán la posibilidad de realizar inversiones en tu empresa para optimizar diferentes áreas clave.
¿Te gustaría saber sobre el factoring y otras opciones de financiamiento rápido recomendables para tu PyME? De ser así, ¡sigue leyendo!
1. Factoring
El factoring emerge como una gran alternativa porque brinda la posibilidad de transformar las cuentas por cobrar en un capital monetario del que puedes disponer de manera inmediata. Su nombre se debe precisamente a que el crédito de las facturas y otros documentos tributarios electrónicos y físicos es cedido a la empresa de factoraje.
Para que realmente comprendas las características y el funcionamiento de esta fuente de financiamiento, debes aprender sobre los siguientes elementos.
Comisión
Siempre ten presente que la empresa de factoraje te liquidará —de inmediato— el efectivo correspondiente al total de las facturas y comprobantes, menos una comisión de gastos por financiación —la cual generalmente equivale al 10% del monto en cuestión.
Rol de la empresa de factoraje
Otro aspecto que debes saber es que —una vez que optes por el factoring— ya no tendrás que entenderte con aquel usuario que te debía la factura.
Al adquirir el título de la misma, la empresa de factoring se ocupa de tratar directamente con la persona o empresa.
Condiciones
El factoring es una operación financiera realmente atractiva para las PyMEs, puesto que no produce endeudamiento.
La única “desventaja” de optar por esta vía es que la empresa de factoraje restará un porcentaje del monto del comprobante tributario, pero este es mucho más bajo que la tasa de interés de un crédito.
Debido a eso, solo acceden a esta posibilidad aquellas empresas que cuentan con facturas y comprobantes fieles a los montos adeudados y que hayan sido emitidos de manera transparente, siguiendo los formatos del Servicio de Impuestos Internos.
También, las empresas de factoring pueden exigir otras condiciones, como la posibilidad de evaluar el historial crediticio y la capacidad de pago del deudor.
2. Ahorros personales
Seguramente has escuchado que jamás debes mezclar las finanzas personales con las de tu negocio.
Aunque se trata de un principio muy acertado, no lo debes tomar de modo literal. Si lo haces de forma organizada, sí puede resultarte de gran ayuda apoyar tu emprendimiento con las finanzas familiares o personales.
Por ejemplo, puedes hacer una especie de “factoring” entre tu negocio y tú, garantizando que tendrás el dinero de vuelta una vez que el cliente pague la factura. Si cobras una comisión por esta operación, tus finanzas personales se verán favorecidas; si no aplicas ningún interés, será una gran ayuda para tu negocio y no representará pérdidas económicas para ti.
Esto nos lleva a concluir que utilizar los ahorros personales para financiar tu negocio es recomendable —únicamente— cuando tengas la completa seguridad de que podrás tener el dinero de vuelta en cuestión de días o semanas.
Además, el financiamiento vía ahorros personales le permitirá a tu empresa contar con los recursos necesarios de forma inmediata, mientras que las solicitudes de créditos u otras opciones pueden tardar algunos días.
3. Microcréditos bancarios
En instituciones financieras tradicionales también encontrarás alternativas de financiamiento para tu negocio.
La banca, principalmente, cuenta con una amplia cartera de microcréditos para emprendedores y PyMEs, los cuales están enfocados en propiciar la liquidez necesaria para cumplir con obligaciones concretas, como salarios y pagos de servicios externos. Incluso, los montos de estos pequeños financiamientos pueden servir para inversiones modestas o mejoras y renovaciones internas.
En la actualidad, existen diferentes procesos de solicitudes de financiamiento, algunos de los cuales se llevan a cabo de forma online al enviar los documentos por medio de canales electrónicos, lo que las hace muy flexibles y ágiles.
Eso sí, antes de firmar un acuerdo de crédito —independientemente del monto— analiza muy bien su viabilidad, tomando en cuenta variables como el interés, las posibilidades de amortización y el plazo de pago.
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