El emprendimiento, para que sea exitoso, debe ser entendido como una forma de pensar, una mentalidad de vida, no como un solo proyecto, dice el decano de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
Si bien cada vez son más los jóvenes que apuestan por sistemas de innovación y emprendimiento corporativo en forma de “innovación abierta”, y 82% de los emprendedores considera que la innovación es un factor importante para el crecimiento de su negocio, según Ernst & Young, poner en práctica el emprendimiento de forma exitosa es un reto complejo.
“En primer lugar, el emprendimiento debe ser entendido como un mindset, un espíritu que aplicamos en nuestro trabajo diario, ya sea dentro de una organización o en nuestra propia empresa”, explicó Ignacio de la Vega, decano de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, durante The Day of Knowledge, evento celebrado dentro del marco de la Semana Nacional del Emprendedor en México.
“[El emprendimiento] debe estar en el ADN de un directivo empresarial en su búsqueda de fórmulas innovadoras para competir y rediseñar su industria. Se debe ser un emprendedor en una organización sin fines de lucro, en una empresa familiar, una PyME, una gran empresa o en el gobierno. Incluso a la hora de gestionar nuestra vida familiar y personal podemos aplicar conceptos creados y adaptados desde ese mindset”, añadió, en referencia al concepto omniemprendimiento, que incorpora esta visión amplia del fenómeno en nuestras sociedades.
Según de la Vega, esta actitud permite enfrentar el entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, por sus siglas en inglés) que caracteriza a nuestras sociedades: “El futuro se está volviendo impredecible, por lo cual hay que tener una mentalidad enfocada a crear el futuro, no solo a predecirlo. Innovar significa crear y la realidad cambia cuando tu actúas sobre ella”.
El decano añadió que la velocidad exponencial de la transformación que vivimos actualmente en las industrias y mercados nos obliga desde el primer día a reinventarnos, y comentó que las habilidades más importantes para los emprendedores son: Trabajo en equipo, manejo del tiempo y habilidad para priorizar, entender el impacto de lo digital en el negocio, construir y expandir la red de contactos, y solucionar retos complejos. Estas habilidad están por encima de las técnicas, como programación, habilidades financieras o estadísticas.
De la Vega destacó que “la inversión en investigación y desarrollo es fundamental para la creación de un ecosistema innovador, que impulse la disrupción y el emprendimiento”, como lo hacen algunos países de la OCDE, que dedican una media de 2,4% de su PIB a investigación y desarrollo; solo como referencia, Chile y México apenas tienen una tasa de 0,4% de inversión en ambos temas.
Autor: Melisa Osores
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