¿Por qué el casarme con mis ideas de negocio puede ser malo? ¿Qué debó comprender para tener éxito? ¿Qué factores debo privilegiar, por encima de mi ego, para que mi negocio sea exitoso?
Hay una realidad tajante en el mundo del emprendimiento. Las ideas no dan dinero. Los negocios sí. Y para llegar a la cumbre, se debe vencer la batalla más grande de todas, el ego.
Muchos grandes empresarios, emprendieron y erraron una y otra vez, para lograr acertar. Todos ellos comprendieron, en su momento, que para tener éxito se debe construir un puente equilibrado entre sus propias ideas y la mecánica que las hace rentables. Y es esto último, estimado lector, la base de todo.
Defender una idea a capa y espada, puede ser muy bueno o muy malo. Y muchas veces, los nuevos emprendedores, se entercan con ideas o formatos que pueden no ser viables, por el modelo de negocio que plantea, por la utilidad, o por carecer de diferenciadores claros en mercados competidos.
¿Pero cómo conectar a través de un puente, estas dos grandes montañas, tus ideas de negocio, con su rentabilidad verdadera?
Aquí cinco bases que debes comprender para que tu negocio dé frutos:
- Se el verdugo de tus ideas de negocio. Será mejor que el primer maestro de la autocrítica seas tú, dejando a un lado cualquier ego que impida la funcionalidad de tu negocio.
- Piensa en tus ideas de negocio como algo modificable. Recuerda que es un diamante en bruto y debe ser pulido, el principio para construir algo muy bueno y llevarlo hasta lo extraordinario está en tallarlo.
- Ponlas a prueba una y otra vez. Recuerda que no basta con qué alguien te diga que, si lo compraría o lo contrataría, y mucho menos con que tu pienses que si lo harías. Muchas veces las opiniones que más trabajo te cuesta oír serán las mejores para hacer que tu negocio funcione. Haz caso de los contrapuntos lo más objetivamente que puedas.
- Distingue tus ideas de negocio de las ideas del mercado y privilegia aquellas que resulten más certeras una vez que veas los pros y contras. No es sólo escuchar qué si les gusta, hay muchas cosas que nos pueden gustar y de verdad no compraríamos. Además, quienes hemos hecho investigación de mercado te podemos decir que es muy distinto lo que la gente puede decir en un focus group con lo que siente piensa y termina haciendo. La escala de valor en los negocios no depende sólo del “gusto”, busca más razones con fundamento y espacios de sentido común, notarás que de esta manera llegarás a un punto de Eureka. Recomiendo que, si haces investigación de mercado, te apegues más a la tendencia cuantitativa (análisis estadístico) que a la cualitativa (valoración de percepción del mercado), esta te permitirá tener una curva clara de si tu producto o servicio, será o no consumido y por lo tanto dará ganancias.
- Continúa innovando, no hagas productos estáticos que no se mejoran a sí mismos. El ego no te ayuda a comprender que es necesario seguir trabajando en tu producto o servicio. Lo que te lleva a pensar en que tal producto o servicio está terminado. Recuerda que si algo generará la diferencia es la dinámica del negocio mismo, donde tu producto o servicio tiene vida, respira y mejora.
Así que recuerda, distinguir cuáles son tus ideas y cuáles son las formas o ideas que ayudarán a que el negocio prosperé y conectar con aquellas ideas certeras bajo la comprensión del mercado, de forma objetiva y fundamentada, esto ayudará a vencer una gran cantidad de obstáculos, donde tu ego te pueda estar jugando en contra.
Ver más en: Forbes