Si aspiras a lanzar tu propia startup y te estás planteando seriamente dar el salto al emprendimiento, presta especial atención a estos cinco errores, bastante comunes en el mundo de la puesta en marcha.
Es posible que sueñes con lanzar una startup para escapar de un salario que no te satisface, un empleo en el que no es fácil ascender, y que hasta llegues a fantasear con la posibilidad de hacerte rico y famoso en menos de tres años. Y soñar está muy bien, pero antes sería mejor que reflexionaras sobre estos cinco errores que pueden llevarte a un final bien diferente en el camino del emprendimiento:
Buscar un problema para una solución, en lugar de una solución para un problema
En cierta ocasión tuve la oportunidad de formar parte del jurado en un concurso de startups que además estaba siendo grabado para la televisión nacional. Se encontraban también como miembros del jurado varios profesores del IIT (Indian Institute of Technology). Una de las presentaciones más destacadas la realizó un participante que expuso con gran entusiasmo cómo había creado un complejo sistema de seguridad para alertar a los propietarios de la entrada de intrusos en las viviendas. La financiación necesaria para su creación sería de 7 mil rupias. Habló sin parar durante 28 minutos, a la vez que mostraba con orgullo complicados gráficos (que parecían más bien diseños de cohetes). Llegó el momento de la preguntas, la mayoría se centraron en detalles sobre la instalación del sistema, y cuando fue mi turno, le sonreí y pregunté: “¿Y por qué me iba a interesar ese sistema si ya tengo dos perros guardianes en mi casa?”. El hombre pareció bastante molesto por no poder encontrar ningún argumento, y se limitó a no contestar abandonando el escenario.
Lección 1: Para lanzar una startup no debes ir en busca de un problema que pueda “encajar” en lo que consideras una solución. Lo más probable es que tal problema no exista.
Preocuparte de que alguien vaya a robar tu idea
Muchas personas en todo el mundo conciben las mismas ideas interesantes y al mismo tiempo. Sin embargo, son muchos también los que se aferran a esas ideas y se niegan a ‘compartirlas y discutir sobre ellas’, por el temor absurdo de que alguien pueda robarles el plan. Por desgracia, en el mundo de las startups, las ideas solamente tienen el 1% del valor real de una gran compañía. El resto del valor, el 99%, reside únicamente en la ejecución. Consideremos ahora el caso más bien opuesto, el ‘plagio de una idea’, pero como sucedió con Facebook, cuando otros emprendedores acusaron a Mark Zuckerberg de haberles copiado la idea de la red social. Y, ¿qué ocurrió?, pues que la manera en que Facebook ha ido gestionando su empresa en los últimos 7 años ha superado con creces cualquier otra red social que haya podido existir, incluso antes de Facebook.
Lección 2: En el momento en que tengas una gran idea, compártela y empieza a crearla. Si la gente la copia, deberías sentirte orgulloso, eso significa que tu idea tiene un enorme valor.
Una startup: el modo más rápido de hacerse rico
Muy al contrario, puedo afirmar que la puesta en marcha es la manera más rápida de perder muchas cosas; 99 personas de cada 100 que ponen en marcha una startup, normalmente pierden años de salario, ascensos en el trabajo, la oportunidad de destacar como profesional en el mercado y, por supuesto, se juegan su ‘reputación’ si no tienen éxito, ante amigos y familiares. La razón es muy simple. La puesta en marcha equivale en la educación a repetir un montón de cursos. Cuando lanzas un negocio, vuelves al primer curso. Más adelante, solamente a través de la genialidad, gran dedicación y el viento a tu favor, empezarás a destacar y obtener algo de financiación de algún inversor ángel o fondo de capital de riesgo.
Lección 3: Yoda, el gurú de Star Wars le dice a Anakin: “Entrénate para dejar escapar todo aquello que temes perder”.
Desarrollar una startup para venderla, en lugar de vender para hacerla crecer
Uno de los errores más comunes que, desde mi experiencia, cometen los emprendedores que están poniendo en marcha una startup, es hacerlo con la única intención de venderla. De hecho, una de las transparencias que se expone en la mayoría de los lanzamientos en busca de financiación incluye los términos ‘Plan de Salida’, y es ahí donde la mayor parte de estos emprendedores dejan volar su imaginación, inmersos en especulaciones sobre quién adquirirá finalmente su negocio. Si te fijas por un momento en empresas conocidas, como por ejemplo McDonalds, se dedica a vender hamburguesas para levantar su negocio, Mercedes a vender coches, Bose a vender sistemas de música. Estas empresas venden productos para hacer que sus negocios adquieran valor. No se venden a sí mismos como la oferta a valorar.
Lección 4: Emprender un negocio pensando en venderlo equivale a degradarse. Es algo así como prosperar para otra persona. Si tienes una startup, lo mejor es desarrollar un importante empresa que comercialice grandes productos y servicios. Y el negocio se venderá solo.
Lanzar una startup es una aventura, no un trabajo duro y aburrido
Los emprendedores cuando se sienten agobiados en sus puestos de trabajo, por lo general se toman unas vacaciones o un descanso. Muchos incluso viajan a lugares ‘exóticos’ y algunos disfrutan subiéndose a icebergs mientras se les congela la nariz; hay quien opta por sumergirse en una jaula submarina y hacerse fotos levantando el dedo pulgar (aunque lo que realmente le esté preocupado sea el tiburón cerca de su pierna). Una vez terminadas las vacaciones, regresan a su jornada laboral de 9 horas, frente a una pila de impresos contables. Mucha gente piensa que la puesta en marcha es una aventura que te hará subir la adrenalina y te alejará de la monotonía en el trabajo. Por desgracia, nunca suele ser así. Gestionar una startup es algo tedioso, agotador, agobiante y desesperadamente desolador. La soledad mata. Un emprendedor tiene que hacer diez veces más todas aquellas tareas aburridas que la mayoría de los empleados asalariados (como embalar paquetes).
Lección 5: No lances una startup persiguiendo una emoción. Tómate la puesta en marcha como si estuvieras cambiando de profesión y tus perspectivas fueran de poder disfrutar en unos 20-25 años de un poco de diversión al fin.
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