Sentimos que cada día luchamos con nuestra lista de tareas, con nuestros compromisos, de aquí para allá, sin parar. Parece una auténtica lucha y cuando paramos y decidimos relajarnos, nos sentimos culpables ¿pero qué vida es esta?
Bueno, puedes elegir, puedes elegir fijar unos objetivos, tomar el control de tu vida y alcanzar esos objetivos. Hacer lo que realmente importa para llegar allí, si, a tus objetivos. Y por supuestisimo que es posible.
¿Difícil? No, simplementes hay que cambiar. Cambiar nuestro pensamiento y nuestros hábitos. Como todo.
En este post nos vamos a centrar en un cambio que puede cambiar tu forma de llevar el día a día o como yo aconsejo trabajar, la semana a semana.
Primero: ¿Qué es lo que quieres conseguir?
Reflexionar, es la primera parada y obligatoria ¿Qué esperas conseguir en la vida? ¿Cómo deseas “ver” cada área de tu vida?
Empieza por, en serio, parar y reflexionar qué quieres lograr en tu vida. No es fácil, lo sé, pero es el punto de partida. No es nada tipo budista, es lo que es, pararse y pensar.
Tus “categorías de vida”: Financiera, Espiritual, Relaciones, Cuerpo, Negocios, Ocio. Quizá haya más en tu caso, pero esto es el marco de actuación de tu vida y deben de estar alineadas, balanceadas, todas afectan a todos cuando hay desequilibrio en una de ellas o en varias.
¿Cómo son “los ideales” de esas categorías? Lo mismo, párate, reflexiona y anota. Estos ideales deberías revisarlos una vez al mes, pero reajustar y tomar conciencia de los desvíos.
Por ejemplo:
– Área financiera:
- Tener libertad financiera sin depender de ninguna entidad de financiación
- Implantar el “tengo-compro”.
Al ser consciente de las cosas que te interesan , todas las decisiones se vuelven más fáciles. La ansiedad se empieza a disipar gracias a la claridad y a la toma de decisiones más firmes.
Pero bajamos más a tierra:
Prioridades a corto plazo: a 2-3 meses > ¿En qué quieres o tienes que avanzar para alcanzar tus objetivos?
Segundo: Aprender a priorizar
¿Ya sabes lo que realmente quieres verdad? ¿Tienes claro en qué quieres avanzar en tus próximos 2-3 meses? ¿Lo tienes claro? ¿En serio?
Pues si es así, selecciona de tu lista de tareas aquello que está alineado con esas prioridades. ¿Qué puedes hacer ahora que te va a ayudar a llegar a esas prioridades?
Selecciónalo, apártalo, desmenúzalo y céntrate en esa semana, en parte de lo que has seleccionado. Y así, cada semana.
Tercero: Hazlo visual
Facilita mucho la toma de decisiones y el control tener un sistema visual: tener a la vista y de manera destacada tus prioridades, tus tareas clave que te ayudarán a alcanzar esas prioridades y el resto de tareas. Todo ahí, muy visual.
Y todo en un flujo centrado en las semanas o ciclos de trabajo. Tu lista en espera, a la vista también y por supuesto cada uno de los pasos que necesitas conseguir para alcanzar lo que verdaderamente importa.
Qué sí! Que las listas están muy bien! Pero si lo tengo todo de manera más visual, mejor que mejor.
Herramientas como Trello pueden ayudarte muy mucho a diseñar un modelo visual.
Puedes echar un ojo a este video sobre Trello AQUÍ
Cuarto: Trabaja por tareas en función de la energía
Eso es, agrupa tareas que requieran de ti energía similar. Por ejemplo: a última hora de la mañana, cuando la energía no está en sus mejores momentos ( si es tu caso) dedícalo a llamadas, contestar emails, papeleo.
Lo mismo para esos momentos de mayor energía: prepara por anticipado 2 tareas de energía alta y a por ellas!
Quinto: Optimiza la rutina que funciona para tí
Determina qué rutina y proceso funciona para ti. Todos tenemos ritmos circadianos diferentes, cambios físicos, mentales e incluso de comportamiento que siguen un ciclo. ¿Cuáles son los tuyos?
La clave es encontrar lo que funciona para ti y mantenerlo a diario. Tú sabes cuándo eres más productivo. Si no estás en un trabajo que no te permita hacer esto, quizás estés en el trabajo equivocado.
Autor: José María Villarmea
Leer más en: http://jmvillarmea.com/no-es-facil-ser-productivo-pero-esto-te-puede-ayudar/