Modelos de negocios, propiedad intelectual, valor agregado de un servicio, pueden no ser los conceptos más amigables para un artista, no obstante, para surgir en el mundo de la creatividad, no basta con sólo el talento. Es necesario poder orientarlo de la forma correcta y hacia el lugar adecuado.
«A veces, a los artistas se les genera un conflicto de interés a la hora de emprender y ganar dinero con lo que hacen. Dejando este prejuicio de lado, la invitación es a que se asocien con alguien que tenga las habilidades necesarias para llevar un emprendimiento adelante y así poder generar sostenibilidad a través de su talento», aconseja Alonso Oyarzún, director ejecutivo de Fábrica de Medios, ecosistema para emprendedores creativos.
Si bien este es un mercado en desarrollo, si eres hábil, es posible encontrar interesantes posibilidades. Para hacerse una idea, según la Unesco, las industrias culturales y creativas generan cada año 2,25 billones de dólares, lo que supone el 3% del Producto Interno Bruto(PIB) mundial, y dan empleo a 29,5 millones de personas (1% de la población activa del mundo).
A nivel nacional, según los últimos datos entregados por el Ministerio de Cultura, la economía creativa en Chile aporta 2,2% al PIB y tiene una buena percepción por parte de la población, ya que un 82% considera que la economía creativa es un aspecto que mejora la imagen de Chile a nivel internacional.
Las claves
Ahora, más en detalle, para quienes están comenzando o quieren llegar más allá dentro del mundo de los negocios creativos, Oyarzún deja los siguientes tips:
– Si eres netamente un creativo emprendiendo, es muy importante que busques partners, socios o mentores que puedan ayudarte a resolver los desafíos comerciales y financieros de tu negocio. Aunque tu centro sea ser un creativo talentoso, es importante que aprendas cómo funciona el hacer empresa y que desarrolles una cultura de negocios sólida.
– Enfócate en las necesidades de tus clientes. Aprende a identificar las necesidades de tus potenciales compradores. Investiga y trata de entender cómo lo que haces soluciona un problema o les entrega un beneficio único. Averigua si lo que tú haces les sirve, si están dispuestos a pagar por ello y cuánto. Analiza tu mercado.
– Estudia los modelos de negocios que funcionan para tu sector. Aunque lo más probable es que primero debas entender qué es un modelo de negocios y cómo diseñar uno para tu empresa. Un buen lugar para partir es leer «Generación de Modelos de Negocio» de Alexander Osterwalder e Yves Pigneur. Además en el ecosistema de emprendimiento chileno hay organizaciones que ofrecen cursos y talleres, principalmente orientados a start ups.
– Aprende a gestionar tu propiedad intelectual. Ésta es uno de los motores de la Economía Creativa, y una fuente de generación de ingresos por ventas o licenciamiento.
– No tengas miedo de fallar. Emprender no es fácil. El entorno es cambiante y no necesariamente una idea creativa (un libro, una película, un videojuego, un espectáculo de artes escénicas) va a ser un éxito inmediato. Siempre es posible fallar. Lo importante es minimizar el riesgo de manera inteligente: entendiendo a tus clientes, entendiendo la forma de hacer negocios en tu sector, aprendiendo de casos exitosos, formando redes y trabajando para tener un equipo de trabajo combinado de creadores y gente de negocios.