Algunos emprendedores se llegan a preguntar, incluso con un aire de queja ¿A qué se debe que en mi negocio no estoy teniendo los resultados que espero, aún cuando veo a mi gente trabajar y trabajar?
A lo largo de los años, como Coach en Gestión Estratégica, he encontrado dos patrones (pautas) que se repiten y de los que te sugiero tengas cuidado:
- No hacer nada con los colaboradores que le echan ganas, con mucho entusiasmo y que a la larga generan muy pocos o nada de resultados
- Descuidar aquellos trabajadores que sufren de “menor idea” (que no tienen la menor idea de cómo van) creyendo que lo que hacen en el día a día está bien, simplemente porque aún conservan su empleo.
Cuando el dueño o la dueña se da cuenta que tiene alguno de estos personajes o, peor aún, que tiene gente que cumple con ambas características, es momento de tomar acción, de corregir el rumbo, aprovechando de la mejor manera el ánimo y, mejor aún, aumentando el entusiasmo del personal a cargo.
Acompáñame y descubre cuales son los dos tips que te doy para conseguir que tu equipo trabaje con entusiasmo y pasión.
¿Qué pasa?
En el campo de los negocios es importante alcanzar el éxito en equipo y no naufragar en el intento.
Sacar adelante el emprendimiento tiene sus retos, no siempre es fácil, cada día tiene su propio afán. Los emprendedores están tan apasionados por salir adelante que pueden caer en la trampa de distraerse con lo cotidiando, descuidando algunos puntos importantes en cuanto al manejo del personal.
Una empresa que tiene gente que le echa ganas, incluso que hace lo que quiere, con resultados por debajo de lo esperado, posiblemente está cometiendo el siguiente error:
- Pasa por alto que el personal necesita orientación; una realidad es ellos no siempre ven la foto completa como el dueño, ni adivinan lo que el propietario percibe que está o no sucediendo
A emprendedores y empresarios les conviene evitar este problema logrando que su gente no se la pase “haciendo” y sí contribuya “logrando” lo que se espera de ellos.
¿Qué hacer? 2 Tips
Asegurar que los colaboradores se mantengan en el mejor nivel de rendimiento posible se atiende desde muchos ángulos. Tener alguien que apoye en el área de personal o recursos humanos es una buena ruta. Mientras, de manera práctica, para las dueñas y dueños, directores y directoras del negocio, la recomiendación es centrar la atención en dos claves que contribuyen a reducir el fenómeno de que los colaboradores trabajen con muchas ganas, pero con pocos o nulos resultados.
1. Optimizar los “QUE’s”
Como ya mencionaba, desde la decisión de emprender se sabe que iniciar y mantener un negocio implica tener la mente activa, a permanecer ocupado, ocupada, en cosas importantes; algunos incluso caen en la distracción de atender detalles que bien se podrían (deberían) delegar.
Un elemento que no hay que descuidar (y que no se delega) es que los empleados conozcan, les quede claro y comprenda lo que tiene que lograr. Fijar y dar seguimiento al cumplimiento de los objetivos (los “QUE’s”) es algo que la dueña, el dueño debe conservar en el radar.
Si no se han definido o actualizado correctamente, es momento de tomar cartas en el asunto.
Hay que considera que establecerlos no es suficiente, hay que conseguir que los objetivos sean congruentes entre las diferentes funciones (áreas, departamentos) de la organización. Es de gran beneficio evitar establecerlos de manera aislada y que no se complementen unos a otros.
2. Claridad Vs Percepción
Si en el negocio los colaboradores trabajan conociendo el qué y para qué de sus labores, es una buena forma de llevarlos por buen camino.
El segundo tip va de la mano con el primero: asegurar que sepan cómo van.
Platicar con ellos periódicmente, sin caer o abusar del regaño, es una excelente forma de mantener al equipo alineado. Darles retroalimentación clara y oportuna es de gran utilidad para que no se queden con la creencia de que van bien.
Ayudarles a comprender las áreas de oportunidad (errores) permite que no se queden con la percepción de que “ahí la llevan”, es una base de aprendizaje y les motiva a que sugieran formas de corregir y/o hacer mejor las cosas.
Como bien has observado, que no haya objetivos es la antesala a malos resultados; dejar que la gente se guíe por sus creencias en el desempeño es una buena forma de no avanzar hacia donde inspira el espíritu emprendedor.
La Clave del Éxito
La clave está en alinear al personal hacia el mismo rumbo, que hagan lo que se espera se lleven a cabo, que se mantengan enfocados y, cuando sea necesario, corrijan para no desviarse del camino trazado.
Así es, todos enterados de lo que tienen que hacer colaborativamente para llegar, juntos, entusiasmados, al puerto de destino establecido.
Autor: Ariel Valero Cruz
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