Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana, advirtió este miércoles que América Latina afronta la prevista crisis social y económica como consecuencia de la pandemia del coronavirus en peores condiciones que en 2008, cuando la última gran crisis global. El impacto se mide ya en una caída de la economía en la región del entorno del 5,3% del PIB.
Grynspan participó en la primera sesión virtual convocada por Nueva Economía Fórum, donde hizo una radiografía de la situación sociosanitaria y económica de América Latina. Explicó que la mayoría de países en esta zona del mundo se encuentran inmersos en la fase 2, esto es, la de evitar la propagación del coronavirus.
La experiencia europea ha permitido que al otro lado del Atlántico “se hayan tomado rápidamente las medidas de alejamiento social, lo que ha protegido mucho a la población”. A día de hoy, en la región latinoamericana se cuentan 100.000 casos activos y 9.000 muertos, pero no todos los países presentan el mismo pronóstico.
Así, mientras que Brasil, Perú, Panamá y Ecuador muestran una curva muy acelerada, con crecientes cifras de contagio y posteriores muertes, otros países, la mayoría de la región, no solo contienen con éxito la propagación, sino que estrenan la fase tres, como México, o preparan ya el desescalamiento, como los casos de Costa Rica, Uruguay y Chile.
En el conjunto iberoamericano, habló de los pasos hacia la normalización también de España, Portugal y Andorra.
La peor crisis desde el crack del 29
Para Rebeca Gryspan, los efectos sociales y económicos por esta pandemia ya está siendo “severos”. Y para entender mejor la situación, comentó que, respecto a la crisis de 2008, entonces había menos endeudamiento, mientras que para afrontar la actual crisis los países presentan indicadores de deuda mayores mientras que el espacio fiscal es menor. “Y eso dificultará la respuesta que pueden dan nuestros países”, lamentó.
Para ilustrar el estado de la cuestión, refirió al Fondo Monetario Internacional, que prevé para la región una caída en la economía del 5,3% del PIB, un aumento de la pobreza cifrado en 30 millones de personas más que vivirán por debajo de la línea de pobreza, y en casi 12 millones más de trabajadores desempleados. Todo eso, sin olvidar, que el tejido empresarial de la región está constituido en un 90% por micro y medianas empresas, “a las que habrá que proteger de esta crisis tan severa”, avisó.
Sin embargo, en este punto, se mostró contrariada, a la vista de que, mientras que los países desarrollados destinarán a la recuperación paquetes económicos que representan el 20% del PIB, en América Latina apenas algún países dedicará el 12%, como es el caso de Perú, pero siendo la mayoría los que solo destinarán entre el 1 y el 3% de sus respectivos PIBs, “un porcentaje muy pequeño”, sentenció.
Autor: Luis Miguel Belda
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