Quien trabaja en régimen de freelancing disfruta de ciertos privilegios, como la libertad horaria o la posibilidad de trabajar a distancia a partir de la ubicación geográfica que prefieran. Pero, por otro lado, enfrentan algunos desafíos, especialmente en lo que respecta a la gestión del presupuesto mensual. En este artículo compartimos algunos consejos de gestión financiera para freelancers o, en otras palabras, un auténtico manual de supervivencia para esta “especie”.
Elaborar un presupuesto de ingresos no regulares
Hacer un presupuesto mensual es un consejo muy repetido en páginas de finanzas y productos financieros. Sin embargo, crear un presupuesto mensual es una tarea mucho más difícil para las personas que tienen ingresos irregulares, que para aquellas que tienen un contrato más regular.
Por esta razón, es importante poseer un fondo de ahorros considerable que permita prever todos los gastos de los meses que faltan hasta la fecha del siguiente pago. O sea, independientemente de tu situación, es siempre indispensable tener un presupuesto mensual para los meses posteriores a tu último ingreso.
Sea cual sea el método o la aplicación que hayas elegido para crear este presupuesto, lo importante es que sea lo más realista posible con las cifras de todas las ganancias y gastos esperados. Después, compara estas cifras con tu saldo en el banco y confirma si es suficiente para cubrir los gastos de los próximos meses.
Construir un fondo de emergencia
Asignar dinero para todos estos meses – independientemente del rendimiento mensual irregular – te permitirá reducir el estrés relacionado con esta irregularidad. Ahorrar para imprevistos (gastos de salud o reparaciones de la casa, entre otros) en el llamado «fondo de emergencia» es indispensable, incluso si al inicio necesitas adoptar un estilo de vida más sencillo para después poder vivir de forma más holgada.
Optar por un espacio que estimule la productividad
Seas o no freelancer, hay ciertos gastos que prácticamente todas las personas tienen, son los conocidos como «gastos fijos». Es el caso de la cuenta del agua, la electricidad, el gas, los seguros, etc. Si, por un lado, colocas todo este tipo de gastos, posteriormente solo quedarán del otro lado los llamado “gastos variables”, que son los que deberás reducir tras un mes en el que hayas conseguido poco trabajo como freelancer o recibido menos pagos de los esperados.
A pesar de que muchas personas creen que están ahorrando cuando trabajan en su propia casa, esto muchas veces no es verdad. Ya seas profesional de la programación, de la fotografía, del marketing, de la escritura de contenido o de cualquier otra área, trabajar en el mismo sitio en el que vives puede hacer que disminuya la productividad, porque suceden diferentes situaciones en casa que hacen que disminuya la concentración.
Por no hablar de que asociar el hogar con el lugar de trabajo puede ser confuso o que trabajar siempre de forma solitaria puede crear algunas barreras y no ser suficientemente estimulante.
Una de las mejores soluciones puede ser ir a trabajar a un espacio de coworking, donde además de ahorrar en los recibos del hogar, como agua, luz e internet, también puedes entrar en contacto con otras personas e, incluso, participar en actividades de networking. En muchas ocasiones, son promovidas por estos mismos espacios y pueden ser muy beneficiosas en términos profesionales y personales.
Ajustar costos
A nadie le gusta, o quiere, cambiar su estilo de vida por dificultades financieras, pero en ocasiones puede ser necesario para poder tener la liquidez necesaria para enfrentar los gastos del resto del mes, así como eventuales sorpresas que puedan surgir (sin tener que recurrir al fondo de emergencia).
Si un mes no puedes comprar algo, al mes siguiente o cuando vuelvas a tener una mejor situación financiera al obtener varios trabajos y pagos de clientes, podrás usar el dinero que ahorraste para comprar aquello que querías haber comprado el mes anterior. No se trata de no hacerlo, sino de encontrar el momento justo para ello.
Consejos rápidos para freelancers:
- Acordar una forma de pago justa: al inicio de los proyectos, establece contractualmente con tu cliente o clienta una forma de pago que sea justa para ambos lados. Puedes, por ejemplo, solicitar que el cliente o clienta pague la mitad antes de la ejecución del trabajo y la otra mitad después, o a plazos.
- Utilizar marketplaces para conseguir proyectos: una forma bastante económica de atraer potenciales clientes y clientas con necesidades reales es inscribirte como freelancer en marketplaces que ofrecen trabajos como Zaask, Fiverr o Workana.
- No olvides el fondo de emergencia: intenta ahorrar el máximo posible para tener no solo un fondo que te permita vivir tranquilamente dos meses, sino un fondo de emergencia para períodos más prolongados (lo ideal para un freelancer es de 6 a 9 meses).
- Contratar un servicio de gestoría: si sientes que necesitas ayuda en términos de gestión financiera, siempre puedes contratar un servicio de gestoría. Sin embargo, comprueba antes los precios de los y las contables, para que no sea peor «el remedio que la enfermedad”. Solo vale la pena contratar este servicio si añade valor y eficacia a tu negocio.
En definitiva, tener un presupuesto mensual significa estar a medio camino de una vida financiera estable. Sin embargo, como freelancer, además de la gestión del presupuesto, también formará parte de tus tareas conseguir clientes y clientas, sea de forma directa o indirecta. Para ello, puedes recurrir a Zaask que existe para facilitar la interacción entre profesionales, freelancers, clientes o clientas y empresas.
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