La presencia digital se ha vuelto uno de los aspectos más importantes para las empresas. “Si su negocio no está en internet, su negocio no existe”. Esta máxima del empresario Bill Gates, con la que revolucionó la era tecnológica de los 80, cada día cobra más fuerza en la actualidad. De hecho, según el informe ¿Tu negocio tiene web? Oportunidades y retos que plantea el entorno digital 2019 de GoDaddy (empresa registradora de dominios de Internet y de alojamiento web), las compañías que no tienen una página web podrían perder hasta un 25% de sus clientes potenciales.
Tener una página web se ha convertido en una regla para todos los negocios, pero también es importante que los emprendedores tengan en cuenta varios elementos para conseguir un efecto positivo en lugar de afectar la imagen de su marca. Ponerse en manos de una empresa de programación web es la mejor opción para conseguir una imagen atractiva y profesional que conecte con los clientes de tu negocio. Al fin y al cabo, el sitio web tiene un efecto en la credibilidad y calidad percibidas de tu negocio. De hecho, los sitios web están sujetos a un alto nivel de juicios rápidos por parte de los usuarios que influyen de forma inmediata en las percepciones de credibilidad, tanto es así que los usuarios tardan unos 50 milisegundos en formarse una opinión sobre un sitio web que determina si les gusta o no.
La única forma que tiene una empresa de deshacerse de los juicios rápidos en su página web es mejorar su diseño, siempre apoyándose en la experiencia de una agencia de diseño web. Hoy en día, no basta con la creación de una simple página web, sino que es imprescindible generar confianza y mostrar a los usuarios el nivel profesional del negocio. Factores como la navegación web, la usabilidad o el uso de determinados colores son aspectos importantes que los potenciales cliente tienen en cuenta a la hora de quedarse en un sitio web. De hecho, los diseños web originales, ordenados y limpios tienen más probabilidades de convertir a un potencial cliente en un cliente habitual. Nunca se debe olvidar que el diseño de la página web es la carta de presentación que tienen las empresas en el ámbito digital.
Más allá de los elementos principales del diseño web (tipografía, colores, navegación, usabilidad o el uso de correcto de imágenes), las empresas también deben tener en cuenta el diseño responsive. Esta técnica prioriza la correcta visualización de una misma página web en distintos dispositivos. Esto es algo fundamental, especialmente porque el número de usuarios en dispositivos móviles continúa aumentando anualmente. Además, el diseño responsive mejora la experiencia de los usuarios, ya que ofrece una experiencia optimizada independientemente del dispositivo que usen. Según Google Think Insights, la herramienta de análisis de datos y tendencias, si un usuario tiene una experiencia positiva en una página web, el ratio de conversión aumenta hasta el 67%. Teniendo en cuenta todos estos datos, no pierdas el tiempo y ponte en manos de una empresa de programación y diseño web para impulsar el crecimiento de tu empresa.
Fuente: Loogic