La transformación digital está cambiando el perfil de los profesionales, por lo que se necesitan personas más curiosas.
Si bien la educación, los títulos y las certificaciones son importantes para las organizaciones, un reporte de la empresa especializada en el diseño de software para Recursos Humanos, iCIMS, considera que las áreas de selección otorgan un mayor valor a las habilidades interpersonales. Desde la capacidad de comunicarse bien hasta ser organizado, cualidades intangibles pueden ser difíciles de medir, pero afectan todo, desde la productividad hasta la colaboración.
“Las habilidades duras son las aptitudes básicas para desempeñarte en un puesto. Las habilidades blandas son las que definirán el tipo de profesional que serán”, comenta Luis Del Castillo, Director Corporativo de Gestión Humana en Belcorp. No obstante, según el reporte de iCIMS, uno de cada tres expertos en gestión humana considera que las habilidades blandas de los candidatos a posiciones de trabajo, han empeorado en los últimos cinco años.
Para Ricardo Alania, director académico de Factor Humano en la Escuela de Postgrado de la UPC, todos poseen habilidades blandas, algunas más desarrolladas que otras. “El desafío es determinar cuáles son los más desarrolladas, cuáles son aquellas que necesitamos potenciar, y tener claro cuáles son los más solicitados para las posiciones que nos interesan ocupar como profesionales”, explica el docente.
Muchas empresas poseen programas de capacitación para sus colaboradores, tanto externos como internos (universidades corporativas), para introducir entre sus colaboradores habilidades técnicas. Pero, si bien las habilidades blandas son más difíciles de enseñar y de aprender, las organizaciones están desarrollando por esos mismos canales cursos especializados en la materia, para promover capacidades de liderazgo, de trabajo en equipo y comunicación.
HABILIDADES DEMANDADAS
Para Carlos Álvarez, Chief Technology Officer de Despegar.com, estas son las cuatro habilidades blandas más importantes para las organizaciones, en un entorno más digital:
1. Habilidad de aprender. Ya que la tecnología provoca cambios en el mercado y en los consumidores cada día, se necesita vocación de permanecer en estado de aprendizaje.
2. Tolerancia al error. Como los retos del futuro son desconocidos, el profesional TI debe probar, ensayar y proponer soluciones, observando en el camino qué funciona y qué no.
3. Voluntad de enseñar. Con equipos de trabajo expuestos a metodologías ágiles que promueven la innovación, se requiere profesionales que compartan sus conocimientos.
4. Aprendizaje continuo. Capacitación permanente, tanto en el trabajo como fuera de él, a través de programas académicos o foros en los que se comparta información específica.
Álvarez explica que las empresas de tecnología están expuestas a problemáticas que exigen enfoques 100% innovadores. “Si nos preguntamos cuáles son los problemas que vamos a tener el 2019… no lo sabemos. Por eso, cuanto más hayamos aprendido, más fácil nos resultará resolver estos desafíos”, explica este experto.
LOS PROBLEM SOLVERS
Para Claudia Alfaro, directora de Corporate Training de Laboratoria, otro de los temas capitales será poder transformar a los colaboradores en “problema solvers”, como ella denomina a las personas que, más allá de sus habilidades, competencias o responsabilidades, van a la raíz de la solución del problema. “En Laboratoria formamos chicas que son ‘problem solvers’ y tienen mentalidad de crecimiento. Les damos herramientas, pero ellas ya están apasionadas por el tema y van a buscar la solución. Les damos algunas directrices, pero ya saben qué hacer”, dice.
Por otro lado, como la tecnología avanza a grandes velocidades, aquellos que no sepan adaptarse quedarán atrás, atrasando a sus organizaciones en el cumplimiento de metas. “La tecnología va más rápido que la educación. Ahora está de moda el Scrum Master y el Product Owner. Y los más demandados son el UX Designer y el Back-End Developer, basado en lenguajes de programación. Lo que tienen que hacer las instituciones educativas es volver a formar ‘problem solvers’”, enfatiza Alfaro.
De estas habilidades, ¿cuáles tenemos nosotros?
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