Aunque parecidos, ambos términos se diferencian de acuerdo a sus funciones dentro del proceso de información. Cada uno tiene su propio modo de aportar a una organización.
El término Business Intelligence, también conocido como BI o Inteligencia empresarial, lleva más de 5 décadas en el diccionario de las empresas. Fue acuñado por primera vez a mediados de los años 60, con la introducción del concepto de base de datos y la necesidad de acumular de forma organizada información que podría ser útil para la empresa en la toma de decisiones. En los últimos años, una nueva palabra ha surgido para dar mayor profundidad a este tema: Business Analytics.
Marcar diferencias entre ambos conceptos no es una labor sencilla, porque los dos parten de un mismo principio: el aprovechamiento de la información para tomar mejores decisiones de negocios. Es más, muchos especialistas del tema optan por no puntuar diferencia alguna y más bien hablan de dos ideas que se complementan. Sin embargo, para otros teóricos, sí existen diferencias sutiles en cuanto a la naturaleza de la información recolectada y el modo en que esta es usada en beneficio de la empresa. En este artículo se abordará uno de los argumentos más utilizados en esta discusión, aunque vale mencionar que existen diversas aproximaciones del tema y no todas desembocan en la misma conclusión.
El Business Intelligence nos permite echar un vistazo al pasado de la empresa a través de análisis y reportes que tienen como base información histórica del negocio. Es ideal para comprender el panorama de desarrollo histórico de una empresa.
Por otro lado, el Business Analytics se enfoca en el análisis a futuro con base en la información de la empresa y modelos predictivos para apoyar la toma de decisiones y mejorar la competitividad del negocio. En otras palabras, el Business Analytics tiene un marcado enfoque en el análisis de la situación actual y la predicción de eventos futuros para entender el camino que tomará la empresa.
En síntesis, podemos entender el Business Intelligence como las formas de recolectar y entender datos del pasado, mientras que el Business Analytics nos permite construir una visión más clara del futuro. En todo caso, ambas herramientas pueden complementarse para elaborar un análisis detallado del funcionamiento y futuro de una empresa, con el fin de tomar mejores decisiones.
Ver más en: Esan