¿Quién no ha oído alguna historia de un empleado que sube una foto al Facebook demasiado subida de tono o irrespetuosa y lo echan? Los ejemplos de despidos por un mal uso de las redes sociales personales salpican prácticamente cada mes las noticias y los debates. Sin embargo, se habla menos del mal uso de las redes sociales que se hace a nivel corporativo.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de los errores que se pueden cometer en las redes sociales corporativas? Pues ni más ni menos que a los errores que comete no el empleado sino la propia empresa. Estos errores son de lo más variado y tienen todos en común el hecho de que hacen que la empresa pueda sufrir repercusiones negativas por un mal uso de las redes sociales. Pero… ¿sabrías decir cuáles son? En este artículo te los contamos.
Los errores más comunes en redes sociales de empresas
Publicar demasiado: Uno de los mayores errores que muchas empresas suelen cometer en redes sociales es publicar demasiado. Generar una sucesión de posts, de comentarios, de intervenciones… puede ocasionar que nuestros seguidores acaben por hartarse y dejar de seguirnos. En las redes sociales, como en tantas otras cosas, en ocasiones menos puede ser más.
Entrar en política: A pesar de que todo el mundo tenga opiniones políticas y algunos muy acusadas, entrar en política es siempre un error en las redes sociales. Las empresas tienen que buscar dar servicio a casi todo el mundo y, salvo que seamos un periódico, una editorial muy marcada o unas poquísimas excepciones más, entrar a debatir de política debería estar prohibido.
Publicaciones vacías: En ocasiones el problema no es la cantidad de publicaciones sino su calidad. Las publicaciones vacías de contenido no interesante que simplemente son un rellenar el día suelen ser muy contraproducentes en las redes sociales corporativas. Una empresa debería de buscar la forma de dar a sus seguidores información relevante que les sea de provecho y no, al contrario, hacer spam con posts vacíos.
No ser constante ni regular: Una red social debe de ser constante y regular. No tiene sentido publicar de forma compulsiva durante una semana entera para luego tirarse quince días sin actividad. La buena gestión de las redes sociales requiere de un uso constante y regular, ni mucho ni poco, ni rápido ni despacio.
No planificar: Un buen uso de las redes sociales se basa en una buena planificación. Es importante planificar tanto el contenido como la audiencia a la que se va a dirigir.
No usar la buena red social: A la hora de gestionar las redes sociales corporativas es importante tener en cuenta que debemos considerar que no son todas iguales debemos compartir en ellas el mismo tipo de contenidos. Así, si Facebook nos permite contenidos y mensajes más largos mientras que Twitter cortos, Instagram sería el lugar ideal para compartir imágenes.
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